Pese a que la Guerra de Secesión terminó hace más de 150 años, todavía genera controversia en la sociedad. El analista Oleg Yegorov explicó en un artículo para el periódico Russia Beyond the Headlines (RBTH) las razones por las cuales la monarquía rusa brindó apoyo a los estados del norte de EEUU.
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Los recientes enfrentamientos entre antirracistas y supremacistas blancos en la ciudad estadounidense de Charlottesville, que se desencadenaron después de que las autoridades locales tomaran la decisión de demoler un monumento a Robert E. Lee —el general que encabezó los Ejércitos de los estados confederados de América durante la Guerra de Secesión— demuestran claramente que la guerra civil ha sido un momento decisivo en la historia del país norteamericano.
Desde el inicio de la guerra, el Imperio Ruso expresó su apoyo al Gobierno de Abraham Lincoln, a quien calificó como el "único presidente legítimo" del país.
Según declaró en 1862 el entonces ministro de Exteriores de Rusia, Alexandr Gorchakov, en una carta al embajador de EEUU en Rusia, Bayard Taylor, "Rusia desea ante todo la conservación de EEUU como una nación indivisible".
A su vez, los líderes de los países más influyentes de Europa —Reino Unido y Francia— estudiaron la posibilidad de apoyar al Ejército de los Estados Confederados de América (ACSA, por sus siglas en inglés). No obstante, abandonaron esta idea y preservaron la neutralidad.
Rusia, por su parte, no solo mostró apoyo diplomático a las autoridades estadounidenses. Así, en septiembre de 1863, seis buques militares rusos se dirigieron a la costa este de EEUU y permanecieron allí durante siete meses patrullando el área. En San Francisco, en la costa oeste, fue desplegada otra flota de seis naves rusas. Esto ayudó a prevenir ataques repentinos contra los puertos importantes por parte de los invasores del sur del país.
Tanto las autoridades como los ciudadanos de a pie dieron una cálida bienvenida a la Armada rusa. Según los testimonios de aquella época, los marineros rusos y oficiales eran invitados a los eventos, banquetes y fiestas celebrados en Nueva York y San Francisco.
"Rusia envió su flota a las aguas estadounidenses para expresar su simpatía por la Unión", escribió en 1908 el historiador norteamericano James Callahan.
Pero, ¿por qué se apoyó a Washington? De acuerdo con el historiador soviético Nikolái Boljovitinov, Rusia se guio por razones pragmáticas. El hecho es que la segunda mitad del siglo XIX fue una época difícil en cuanto a las relaciones entre Rusia y otros países.
Tras perder la Guerra de Crimea (1853-1856) contra una alianza del Reino Unido, Francia y el Imperio Otomano, Rusia enfrentó otro desafío tan solo unos años después. Así, en enero de 1863, tuvo lugar una rebelión armada de la Mancomunidad de Polonia Lituania —conocida en su época como la República de las Dos Naciones— contra el dominio ruso en Polonia. Los polacos tenían como objetivo recuperar la independencia, mientras que Londres y París estaban considerando la posible intervención en el conflicto. De este modo, el despliegue de la flota rusa en Polonia podría ayudar al imperio en caso de un supuesto conflicto militar con Francia y el Reino Unido en los océanos Pacífico y Atlántico. No obstante, los países europeos nunca intervinieron. Asimismo, la presencia de los buques militares rusos en los puertos estratégicos de Nueva York y San Francisco contribuyó a la victoria de la Unión en el conflicto bélico.