En el transcurso de las juntas anuales de accionistas, más de 30 empresas del gigante asiático aprobaron agregar a sus estatutos artículos que resaltan el papel clave del partido comunista, que "garantizará la administración y coordinación" de las compañías.
La empresa de ferrocarriles China Railway Group, por ejemplo, incluyó en sus estatutos el punto siguiente: "Cuando el consejo de administración toma decisiones respecto a problemas importantes, en primer lugar, tiene que escuchar la opinión del comité del partido al respecto".
Según puntualiza el periódico The Financial Times, no todos los gerentes de las empresas afectadas se muestran entusiasmados con este paso de la cúpula comunista. "A veces, el partido y sus planes no coinciden con los intereses de los accionistas, pero ¿qué podemos hacer? En China siempre es así, un paso adelante, un paso atrás", se queja uno de los responsables de las empresas afectadas.