Al menos 14 tipos de armamento están siendo creados para las aeronaves rusas Su-57. Entre ellos hay misiles aire-aire y aire-tierra de diferente alcance y modos de guiado, además de bombas guiadas. Se supone que casi todas las municiones serán emplazadas en el interior del fuselaje para disminuir su visibilidad.
Por ejemplo, cuando el caza es usado como interceptor, la mejor opción es aniquilar el blanco desde una distancia larga. En este caso, el mejor misil para este tipo de tareas es el novedoso KS-172, que cuenta con un alcance de 400 km.
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El principal rival de este misil es el estadounidense AIM-120D, de la clase aire-aire, que tiene un alcance de 180 kilómetros. Estos cohetes son instalados en los F-22 Raptor. A diferencia de los rusos KS-172, los AIM-120D están dotados de sistema GPS. No obstante, la velocidad del proyectil es inferior a los 1.200 metros por segundo. La ojiva pesa unos 18 kilogramos.
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Pese a estas desventajas, el tamaño del misil estadounidense permite instalarlo dentro del armazón del caza, lo que posibilita mantener una baja visibilidad del aparato ante los radares enemigos.