"México no cree en los muros, cree en los puentes; lo que EEUU decida hacer en su territorio es prerrogativa de ellos", dijo.
"Si en algún momento se llega a concretar —francamente no vemos que eso vaya a llegar a ser una realidad—, pero si hipotéticamente se construyera el muro eso no va a detener la migración", aseveró.
A juicio de la embajadora la inmigración es un fenómeno histórico que ningún muro logrará erradicar.
Además destacó que en la frontera entre México y EEUU "es algo fascinante" por el gran número de interacciones humanas y comerciales que tienen lugar cada día en esa zona.
"Es una economía, es una sociedad, es una región cultural única. Yo diría que no es ni 100% mexicana ni 100% norteamericana, es fronteriza", dijo.
Durante la campaña electoral para la presidencia de EEUU el entonces candidato por el Partido Republicano, Donald Trump, prometió que de ganar ordenaría la construcción de un muro fronterizo para detener el ingreso de "gente mala" en el territorio estadounidense y aseguró que el costo de la obra lo pagaría México.
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"Lo que estoy haciendo es bueno para Estados Unidos. También va a ser bueno para México. Queremos tener un México muy estable y muy sólido", dijo Trump en una entrevista con la cadena ABC.
La frontera entre EEUU y México tiene unos 3.200 kilómetros de extensión, a lo largo de la cual ya hay unos 1.050 kilómetros de muros y vallas que separan a los dos países.
Tratado de Libre Comercia de América del Norte
El Tratado de Libre Comercia de América del Norte (NAFTA) ha sido un benéfico para los tres países (Canadá, EEUU y México) y México quiere mantenerlo por no a cualquier precio, aseguró la embajadora mexicana.
"Para México es importante el acuerdo siempre y cuando los resultados de una negociación sean benéficos para el país", dijo.
"En una negociación de tres puede haber distintos intereses, puede haber alzas y bajas, pero México está preparado para negociar algo que sea equilibrado", explicó.
Destacó además que gracias a "los contrapresos internos en la administración de EEUU" que alertaron al presidente Trump sobre la interdependencia de ambas economía y las consecuencias negativas que tendría para Washington abandonar acuerdo comercial el mandatario desistió de su propuesta inicial.
"Hay estados en EEUU cuya economía depende absolutamente de México y por eso muchos gobernadores han decretado los estados santuarios, eso fue claramente entendido por el presidente Trump y por eso dio marcha atrás a su decisión original de retirarse del NAFTA", aseveró.
"Hay un interés compartido de hacerlo rápido pero México no va a sacrificar la rapidez y los tiempos por la calidad y la sustancia; es decir, queremos que se concluya pronto, que sea benéfico, pero si se necesita más tiempo se va a tomar", dijo.
Según la diplomática el Acuerdo inicial necesita ser modificado para incluir áreas como comercio electrónico "que era algo que ni nos imaginábamos en 1994".
El NAFTA entró en vigencia el primero de enero de 1994 cuando se cumplió con el procedimiento de ratificación por parte de los tres Parlamentos.
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Entre sus objetivos se encuentran eliminar los obstáculos al comercio y facilitar la circulación trilateral de bienes y de servicios; promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio; y aumentar las actividades de inversión en los territorios de las partes.