"Si no hubiera sido por la expulsión de diplomáticos rusos y por el cierre de inmuebles de Rusia en Estados Unidos, que ordenó la administración anterior, y por la ley con nuevas sanciones aprobada por el actual Gobierno, nosotros no habríamos tomado estas medidas; no fue nuestra decisión intercambiar ataques", dijo la embajada en un comunicado.
El entonces presidente de EEUU, Barack Obama (2009-2017), dispuso en diciembre de 2016 expulsar a 35 diplomáticos rusos y confiscar dos complejos inmobiliarios de Rusia a raíz de la presunta interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales del año pasado.
Rusia desmintió varias veces haberse inmiscuido en el proceso electoral estadounidense.
El Kremlin calificó las denuncias de absurdas y las calificó como intentos de distraer la atención del público estadounidense de problemas domésticos.