Los señalamientos "claramente obedecen a una agenda política de la oposición en donde lamentablemente está involucrada de alguna manera la Contraloría General del Estado", dijo Glas tras rendir su versión voluntaria en la fiscalía por más de siete horas.
El contrato petrolero es "un caso claro de persecución política por parte de la Contraloría" ya que ese pozo, ubicado en la Amazonía ecuatoriana, se encontraba inactivo y más bien "ha generado rentas para el Estado por más de 120 millones de dólares; sin embargo, la Contraloría ha considerado que ha existido un perjuicio para el Estado a pesar de ser un campo cerrado", dijo Glas.
El vicepresidente sostuvo que "se vienen más ataques" porque "aquí el que alza la voz recibe un informe de la Contraloría para tratar de que nos callen o amedrentarnos".
Los cuestionamientos a Glas llevaron al presidente Lenín Moreno la semana pasada a retirarle las funciones que le había asignado al inicio de su mandato, en mayo de este año, y que tenían que ver con la coordinación de sectores productivos del país.
Moreno y Glas, del mismo partido de Correa, Alianza País, siguen enfrentados y el oficialismo no ha encontrado una solución a ese distanciamiento.