Según el alto cargo gubernamental, su país está siendo presionado por los exportadores locales a causa del embargo ruso a las importaciones de tomates y otras legumbres.
Cabe recordar que casi todas las restricciones impuestas a las importaciones de productos alimentarios de Turquía han sido ya retiradas. Rusia las impuso después de que un avión de la Fuerza Aérea turca derribara a un Su-24 ruso en Siria.
Hasta ahora, los productos turcos que permanecen bajo el régimen de sanciones rusas son tomates, pimientos, granadas, berenjenas, calabacines y calabazas.
En junio pasado, el vice primer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich, declaró que las consultas acerca de las importaciones de tomates turcos al país eslavo se llevarían a cabo hasta el fin del verano. Dvorkóvich agregó que es posible que Moscú pueda permitir las importaciones de estos vegetales en ciertas temporadas del año.