Según esta fuente, los terroristas tenían dos formas de recibir transferencias:
1) Mediante empresas simuladas en Bagdad. Desde allí, el dinero se transfería a la ciudad de Zajo, en Kurdistán, luego a Erbil, en Irak, luego a Turquía, y de nuevo a Erbil y a Mosul.
La fuente señaló que todos estos métodos funcionaron ininterrumpidamente antes de la liberación de Mosul. A través de estos canales podían transferir hasta 3 millones de dólares diarios y la suma máxima de transferencias en un solo día ascendió a 12 millones.
A finales de 2016 y principios de 2017, las cantidades transferidas se redujeron significativamente y no superaban los 100.000 dólares diarios, según la fuente entrevistada por Sputnik. A pesar del descenso de las sumas que eran transferidas, estas seguían efectuándose con regularidad.
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Una gran parte del dinero recibido eran pagos por petróleo y restos arqueológicos de Irak saqueados por los terroristas. Los importes se distribuían entre los integrantes de Daesh o se usaban para el sostenimiento económico de la organización.