"Personal del Gobierno de EEUU que trabajaba en nuestra embajada en La Habana, Cuba, en tareas oficiales (…) reportaron unos incidentes que les causaron una variedad de síntomas físicos", señaló la funcionaria en rueda de prensa, sin dar más detalles.
El Departamento de Estado decidió tomar cartas en el asunto el 23 de mayo pasado, añadió Nauert.
Nauert dijo que los síntomas que sufrió el personal diplomático estadounidense en La Habana no implicaban riesgo de muerte, aunque indicó que el Departamento de Estado aún estaba investigando el caso y en qué circunstancias se produjo.
En ese incidente solo resultaron afectados funcionarios estadounidenses y, en todo caso, el Gobierno de Cuba tiene la obligación de proteger al personal diplomático acreditado en La Habana, observó la portavoz.
El Departamento de Estado tomó conocimiento del incidente a fines de 2016, añadió Nauert.