El mes pasado, EEUU y sus aliados de la OTAN celebraron maniobras militares en Europa del Este. La intención era entrenarse para poder contrarrestar una hipotética 'invasión rusa'. El encuentro militar, que duró nueve días, contó con la participación de 25.000 soldados y se celebró en Hungría, Rumanía y Bulgaria.
"EEUU vuelve a aprender las lecciones de la Guerra Fría para poder luchar contra Rusia", explica el artículo del medio estadounidense.
Los Ejércitos de los países de Europa del Este siguen empleando equipamiento militar de origen soviético. En este sentido, las maniobras conjuntas sirven para mejorar la coordinación de los militares de Europa del Este con los de los demás países miembros de la OTAN, indica el artículo del NYT.
Estas tensiones, que en realidad son el eco de la Guerra Fría, forman parte de la rivalidad creciente entre Moscú y Washington.
El jefe de las Fuerzas Terrestres de EEUU en Europa, teniente general Frederick Hodges, no cree que haya una guerra entre Occidente y Rusia, pero argumenta que es posible que el Kremlin siga tratando de desestabilizar a los Ejércitos occidentales.
Hodges señala que, durante la época de la Guerra Fría, el número de militares estadounidenses que estaban estacionados en Europa superaba en 10 veces la cantidad actual. Esta es una de las razones por las que el Ejército de EEUU presta tanta atención a la preparación para el combate de sus efectivos.