"Rechazamos las sanciones económicas impuestas contra el pueblo venezolano, que constituyen una clara violación del derecho internacional, los derechos humanos y una inaceptable aplicación intervencionista que tiene como único objetivo afectar de manera directa al Gobierno Bolivariano y al pueblo de Venezuela", dice la declaración final del ALBA, que fue leída por su secretario general, David Choquehuanca.
Los diplomáticos ratificaron su compromiso con el diálogo.
"Reiteramos el llamado al establecimiento de un diálogo constructivo y respetuoso para avanzar en la estabilidad política y económica de Venezuela", dice el texto.
El ALBA reconoció y saludó la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) en Venezuela, que definió su supremacía sobre todos los poderes del Estado.
"Denunciamos la existencia y desarrollo de un plan impulsado por el imperio, el cual pretende vulnerar el desarrollo de gobiernos progresistas en la región. Estamos conscientes para hacer frente y dar la lucha como ha hecho el pueblo venezolano", dice la declaración.
Mientras se desarrollaba este encuentro, 17 países americanos se reunieron en Lima para emitir un documento de 16 puntos, firmado por 12 de los gobiernos presentes, que condena duramente la ruptura del orden democrático en Venezuela, se niega a reconocer a la ANC y adopta varias medidas de carácter sancionatorio.