La debilidad de la Marina Republicana era bien conocida por los soviéticos, señala Jaime Noguera, autor del artículo para el medio RBTH. Kuznetsov fue enviado a Madrid y más tarde trasladado a Cartagena, base principal de la flota gubernamental, para asumir la tarea de dirigir una flota de guerra a sus treinta y pocos años.
En estas duras condiciones, en otoño de 1937, los soviéticos organizaron programas de formación y entrenamiento para oficiales en los que se impartían distintos aspectos de la guerra naval, desde navegación al disparo de artillería y torpedos. Pese a todos estos esfuerzos, la Marina Republicana se mantuvo como la más débil de las fuerzas de combate del Gobierno.
Kuznetsov fue agregado naval soviético de la Marina Republicana hasta el 15 de agosto de 1937, tras lo cual el almirante ruso abandonó España y nunca volvió a visitar este país.