Aparentemente, ambos depredadores marinos fueron atraídos por la sangre que desprendía el atún que el hombre acababa de pescar. Durante un par de minutos, los tiburones intentaron arrebatarle 'su trofeo' y llegaron incluso a intentar morderlo. El protagonista del vídeo —grabado con una cámara GoPro— mostró una sorprendente sangre fría y no entró en pánico ni intentó escapar de ellos. Al contrario, tomó su cuchillo y con varias tajadas consiguió alejar a los depredadores.
Vea también: Los cinco sitios donde ocurren más ataques de tiburones
El resultado final fue cuanto menos sorprendente: logró salvar su propia vida y lo que parece todavía más extraño, también su atún.