El mandatario ruso comenzó soltando varios ejemplares de ómul con un salabre. El resto los liberó abriendo con una palanca un contenedor con unos 50.000 ejemplares de más.
Repoblar el Baikal con ómules es algo que se practica cada cierto tiempo para recuperar y conservar la biodiversidad de la fauna acuática en la región.
Acto seguido, el líder ruso asistió a una exposición turística en el Centro de la Reserva Natural del Baikal y charló con los voluntarios de la organización del Gran Sendero del Baikal.
En el centro turístico de la reserva natural del Baikal, Putin miró a través de unos telescopios digitales por los que se podían ver fotografías de los monumentos del Baikal.
Durante su visita, el presidente se reunió con el alcalde de Cheremjovo, Vadim Semiónov, cerca de Irkutsk. Semiónov habló con el mandatario sobre los preparativos que se están llevando a cabo con motivo del centenario de la ciudad. Sentados a la mesa y tomando té de mosqueta —rosales silvestres—, Putin y Semiónov comentaron las posibilidades de la selección rusa en el Mundial de Fútbol de 2018.
Durante la reunión sobre el estado del medioambiente en la reserva natural, el mandatario confió en continuar con el plan para acabar con la "suciedad extrema" que sufre el Baikal y proteger la región de "actividades ilegales de carácter ecológico".
Putin destacó que preservar el lago, patrimonio no solo de Rusia, sino del mundo entero, es una prioridad en la política del Gobierno ruso.
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