Un grupo de investigadores de la Universidad de Versailles Saint-Quentin-en-Yvelines en Francia llevó a cabo una serie de simulaciones para determinar si se puede formar agua líquida en la superficie de Venus.
Según los expertos, el antiguo Venus era un lugar muy diferente de lo que es ahora. Estudios previos muestran que antes de que el planeta se viera afectado por el efecto invernadero, la temperatura de la superficie pudo ser aproximadamente la misma que la de la Tierra. La lenta rotación de Venus permitiría la existencia de la capa de nubes, suficiente para crear una atmósfera y enfriar el planeta.
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En ese caso, el vapor de agua en la atmósfera de Venus podría condensarse y formar océanos. Los científicos estiman que en combinación con la cubierta de nubes densa y otros factores, incluso con un tan solo 10% del agua presente en la Tierra Venus todavía podría ser un planeta oceánico.
"La vida tal como la conocemos requiere agua líquida estable en una superficie sólida", dice. Mantener el agua en un planeta requiere una gama específica de temperaturas y presiones, lo que depende de una compleja interacción de la composición atmosférica del planeta, de sus nubes, de cuánto calor absorbe la atmósfera y mucho más.
¿Qué buscaba la URSS en otros planetas?
El modelo de computadora no es una prueba definitiva, sino sólo una base matemática para las teorías de los astrónomos, debido al hecho de que en la superficie de Venus es muy difícil poner una sonda de investigación: en el pasado, solo el programa espacial de la URSS logró enviar aparatos a la superficie del planeta vecino.
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En la actualidad, un proyecto conjunto de Rusia y EEUU busca repetir aquella hazaña con nuevas tecnologías.