Nació en Tuxpan, México, hace 53 años. Se la conoce como Marichuy y es de la etnia nahua, una de las originarias del territorio azteca. Sanadora de ocupación, fue electa en mayo de 2017 como la vocera y candidata del CNI.
En un país sacudido por la violencia, la guerra contra el narcotráfico, la corrupción, los feminicidios, desapariciones masivas y asesinatos de periodistas, la propuesta del CNI apunta a convocar a los desplazados del modelo y repensar las prioridades "desde abajo y a la izquierda".
"Se le puede llamar un movimiento revolucionario porque todo movimiento genera revuelta y un repensar que las cosas que están mal se tienen que rehacer", señala.
"Tiene que existir ese movimiento para sacudir conciencias, para ver que lo que está creando el capitalismo es un proyecto de muerte para todos. Entonces sí es necesario crear ese sacudón para inculcar algo nuevo que surja desde abajo, muy repensado, articulado y consolidado desde todos los rincones de este país", afirma Marichuy.