"Deberemos trabajar con mucha cautela para acatar la política de sanciones, pero no nos consta que haya algún efecto adverso sobre nuestras inversiones en Rusia u otros mercados, o sobre las perspectivas de nuestra cooperación con Rosneft", declaró Dudley durante una conferencia telefónica con inversores.
BP controla una participación del 19,75% en Rosneft, que es la mayor petrolera pública de Rusia.
El Congreso de EEUU aprobó la semana pasada una ley sobre nuevas sanciones contra Irán, Rusia y Corea del Norte.
La normativa, que debe ser firmada por Donald Trump, prohíbe a particulares y compañías de EEUU el suministro directo o indirecto de maquinaria, tecnologías y servicios para nuevos proyectos de exploración y producción en aguas profundas, en la plataforma marítima del Ártico o proyectos de esquisto participados al 33% o más por las empresas rusas sujetas a sanciones.
De esta manera, la normativa estadounidense deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, en concreto en el proyecto Nord Stream 2 que prevé el tendido de dos tuberías de gas con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.