Los investigadores de la NASA identificaron la huella química de esta sustancia en los datos de Titán que fueron recogidos por el complejo Atacama, instalado en Chile. Además, la información recopilada por la sonda de la NASA Cassini sirvió de gran ayuda para poder analizar el contenido de la atmósfera del satélite, informa el portal ruso Life.
Gracias a una pequeña cantidad de acrilonitrilo que se encuentra en la estratosfera del satélite, la superficie de Titán es de un color entre marrón y naranja.
La alta concentración de esta sustancia conduce a que muy a menudo las lluvias químicas azoten Titán. Tras alcanzar la superficie del satélite, estas precipitaciones se solidifican rápidamente.
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