"Europa y Estados Unidos tienen el mismo objetivo final que es la seguridad en Europa Oriental y una normalización de las relaciones con Rusia: no debemos renunciar a esta meta en un fuego cruzado de intereses comerciales diferentes, de lo contrario romperíamos la unidad transatlántica ante Rusia y dividiríamos a Europa", advirtió Rasmussen en un artículo publicado por Financial Times.
Occidente acusa a Rusia de estar detrás de las hostilidades en el este de Ucrania y suministrar armas, municiones y otra ayuda a las milicias de Donetsk y Lugansk, algo que Moscú rechaza en términos categóricos al subrayar que no es parte del conflicto.
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"Es hora de que cambiemos el cálculo de Moscú, si este proyecto de ley no es la solución correcta, los europeos debemos responder a una pregunta: ¿cuál es?", apuntó el articulista que tras dejar la jefatura de la OTAN en 2014 estableció una empresa de consultoría llamada Rasmussen Global.
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La Unión Europea ya había calificado de unilateral la iniciativa de Washington al advertir sobre las consecuencias negativas de sus nuevas restricciones.



