Citado por la agencia Yonhap, Yoon informó que el líder surcoreano, presidiendo una reunión de emergencia del Consejo de la Seguridad Nacional, ordenó organizar consultas con EEUU para reforzar "la disuasión estratégica" contra Pyongyang.
Estas decisiones de la presidencia surcoreana se expliquen por el nuevo ensayo de misil balístico realizado por Corea del Norte, aunque solo hace una semana el Ministerio surcoreano de Defensa propuso a Pyongyang celebrar consultas para rebajar la tensión en la península.
Según los militares surcoreanos, el misil voló unos 1.000 kilómetros al alcanzar una altitud de 3.700 kilómetros y cayó en el mar de Japón.
Sus datos indican que el misil lanzado es más desarrollado que el probado el 4 de julio.
Corea del Sur, Japón y EEUU coincidieron en que se trataba de un misil balístico intercontinental.
Con esta prueba, se eleva a 11 el número total de pruebas de misiles balísticos que Corea del Norte realizó en lo que va de año, incluyendo dos lanzamientos fallidos en abril.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos similares, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.