Las 'preocupaciones' de EEUU se refieren a la disposición de Turquía de oponerse a los grandes planes estadounidenses para la región de Oriente
"Las condiciones y los procesos en la región se transformaron considerablemente. En los últimos tres años, Turquía estudió bien las amenazas en su contra y el comportamiento de Occidente al respecto", afirmó Agar.
Pero también "la aparición de Daesh, causada por la ocupación de Irak en 2003 por parte de Occidente" representa un "pretexto para reescribir el mapa de Oriente Próximo" y para otras acciones de injerencia en la región. Ante esta situación, "Turquía necesita otro enfoque para resistir estos intentos occidentales, y la compra de los S-400 forma parte de este complicado rompecabezas", destaca el experto.
Este proceso no se limita a los suministros de armamento. "Hay que analizar la situación en el contexto del cambio de los equilibrios estratégicos", subrayó Agar. Existe un fuerte sentimiento capaz de provocar la reorientación de Turquía desde Europa y EEUU hacia Asia. Occidente se da cuento de ello, pero sigue apoyando a las organizaciones que representan una amenaza para Turquía y, al mismo tiempo, hace promesas para mantener a Ankara de su lado, analiza el experto.
"No hay muchas razones para creer en las promesas occidentales: en el pasado, ninguna se vio cumplida", profundizó.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el 25 de julio la firma del contrato sobre la entrega de un lote de sistemas S-400 rusos a Turquía.
Fuentes gubernamentales otomanas confirmaron a Sputnik la firma del documento, precisando que, por el momento, se trata de un preacuerdo y no del contrato final de compraventa.