"El viernes tuvimos la muerte violenta de Yadira Navas, ocurrida en Conocoto (oriente de Quito) y podemos informar que Carlos Andrés Sánchez Flores, el responsable, fue encontrado ayer en horas de la noche en Esmeraldas (norte)", anunció el ministro del Interior subrogante, Andrés De la Vega, en una rueda de prensa el lunes.
El funcionario aseguró que se harán "todos los esfuerzos para que ningún caso de femicidio quede en impunidad" y recordó las estrategias entre distintas instituciones del Estado para conformar un sistema de estadísticas que permita tener al día el número de víctimas.
El Ministerio del Interior asegura que en lo que va del año 69 mujeres fallecieron en femicidios, mientras organizaciones de la sociedad civil cifran a las víctimas en 89.
"El esfuerzo es para alcanzar una sola cifra y entender dónde están ocurriendo este tipo de crímenes", agregó De la Vega.
Por su parte, la ministra de Justicia, Rosana Alvarado, reconoció un aumento de muertes violentas de mujeres, que es la consecuencia de "la actuación deliberada de cometer un crimen sobre la mujer; este es el resultado final del machismo, las mujeres no podemos sentirnos a salvo ni en la calle ni en la casa", apuntó.
Alvarado solicitó a la ciudadanía actuar ante las situaciones de violencia que se presenten en el entorno para ayudar a proteger la vida de las mujeres y de sus hijos.
Porque, a pesar de que los casos se resuelven y en la mayoría de ocasiones se logra detener al asesino, "eso no significa que el riesgo al que estamos expuestas las mujeres disminuya", dijo la ministra y recordó que los femicidios no son un asunto privado, sino del Estado y de prioridad pública.
Estos crímenes "se desarrollan en espacios como la familia, ahí se reproduce la violencia más cruel que es capaz de acabar con la vida de las mujeres y de los propios hijos", anotó la secretaria de Estado y anunció que desde esa entidad se dará seguimiento a todos los casos "para que la sanción sea por femicidio y no por homicidio".
El Código Orgánico Penal tiene tipificado el femicidio como un delito específico cuya pena se establece entre un mínimo de 22 años de prisión y un máximo de 26.
Para Alvarado es importante recordar que estos "no son crímenes pasionales", sino que "son crímenes que atentan a la integridad y así tienen que ser tratados, sin ningún tipo de benevolencia".
De la Vega exhortó también a los ciudadanos a denunciar hechos de violencia de género a través de los canales correspondientes, como las líneas telefónicos 1800-Delito y 911, y pidió ayuda para identificar a los "más buscados" por este tipo de crímenes, cuyas identidades se difunden a través del propio Ministerio del Interior desde mayo pasado.
El Poder Legislativo, por su parte, prepara un proyecto de ley que tendrá carácter de orgánico para la erradicación de la violencia machista.
Al menos seis de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia de género en Ecuador, según los últimos datos oficiales.