La edición número XXIII del Foro de San Pablo sesionó en la capital nicaragüense entre los días 16 al 18 de julio. Allí participaron más de 300 representantes de movimientos sociales y partidos de izquierda de la región. Una de las figuras destacadas de este encuentro fue la del líder independentista puertorriqueño Óscar López Rivera, quien estuvo preso 36 años en EEUU bajo cargos de conspiración sediciosa.
Aseguró que sus carceleros nunca pudieron quitarle la comunicación con su pueblo. Recibía cartas que eran como "rayitos de esperanza y alegría". "La solidaridad de mi pueblo boricua y de todos los seres amantes de la justicia y la libertad fue algo muy significativo para mi. Quiero saludar a todo el pueblo uruguayo y al expresidente José ‘Pepe' Mujica, quien se dirigió a [Barack] Obama para solicitarle mi excarcelación", contó.
Para el independentista puertorriqueño el problema principal de América Latina es la injerencia de EEUU. "Ese país sigue dando apoyo a las oligarquías latinoamericanas. Pero hay resistencia de quienes quieren ver a sus países libres de este asedio. Eso es algo positivo", concluyó este hombre que asegura seguir amando a su nación y prometió continuar luchando por su independencia.