"Estamos trabajando intensamente en investigar a todos nuestros socios en Rusia, así como las instalaciones de Siemens en el mundo, para garantizar que no se entregue nada en violación de las restricciones de exportación", explicó a Sputnik.
El gigante alemán anunció el 21 de julio la rescisión de los contratos con las empresas rusas para el suministro de equipos a las centrales eléctricas, debido al presunto "traslado ilegal" a Crimea de cuatro turbinas Siemens enviadas en 2016 para un proyecto del sur de Rusia.
"Siemens suspende los envíos existentes a compañías [rusas] controladas por el Estado", indicó Encz al comentar la medida.
El consorcio germano no tiene la intención de abandonar el mercado ruso, subrayó su portavoz.
El pasado día 10, Siemens anunció que estaba investigando cómo cuatro turbinas fabricadas por la compañía acabaron en Crimea y si su entrega constituía una violación de los contratos de suministro y del régimen de sanciones, impuestas a la península rusa por la Unión Europea.
Moscú declaró en repetidas ocasiones que respeta la decisión de los habitantes de Crimea, los cuales votaron democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU.
En septiembre de 2016, el presidente ruso Vladímir Putin dio por "cerrado históricamente" el tema de la pertenencia territorial de Crimea.