"El principal desafío para la seguridad europea e internacional es la amenaza del terrorismo y la crisis migratoria", dijo.
Subrayó que la crisis del Mediterráneo se debe afrontar "no solo desde el punto de vista de la seguridad sino en el contexto de contrarrestar la intolerancia y la discriminación y favorecer el diálogo intercultural e interreligioso, fundamentales para la seguridad".
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 2.360 personas murieron en 2017 al intentar cruzar el Mediterráneo.
En total, 113.473 personas llegaron a la UE, la mayoría a Italia.
El grueso de los migrantes que arriban al país transalpino proviene de Nigeria, Bangladés, Guinea, Costa de Marfil y Gambia.
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Europa es escenario de la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial, causada por conflictos armados y problemas económicos en Oriente Medio y África.