La dieta escandinava supone consumir pescado, verduras, frutas, arroz y pollo. Casi carece de tubérculos y patatas así como cereales refinados. También se permite beber vino en cantidades moderadas.
La demencia es uno de los factores principales que reducen las tasas de crecimiento de la longevidad en los países occidentales. Aparte de la dieta escandinava los expertos recomiendan también aplicar la dieta mediterránea.