"Escogí Moscú porque el proyecto que se me presentó era tener la oportunidad de llevar un hotel en el concepto gastronómico desde cero y desde su construcción", explica Ángel la razón por la que aceptó ser el Brand chef del hotel que administra su compatriota Fernando Rojo.
"Ha sido un proyecto interesante, es una gran experiencia poder empezar un hotel desde cero porque no tiene nada que ver con un restaurante", agrega Pascual, quien lleva dos años y medio en Moscú adonde vino tras pasar cierto tiempo trabajando en Hong Kong.
A diferencia de muchos de sus colegas, Ángel evita comentar los casos cuando le tocó cocinar para las personalidades conocidas, como políticos, ministros, etc.
"Para mí estas personas son muy respetables, personas que realmente es un placer poderles dar a comer, pero no lo uso como currículum para poder decir, es que yo he dado de comer…", explica.
Sobre su visión del arte culinario, dice que es "muy radical a la hora de copiar".
"No me gusta copiar. Me gusta leer, me gusta ver documentales, me gusta entrar dentro de lo que es producto. Es imposible para mí copiar un plato a otra persona, para poder hacerlo igual. La idea es crear el plato desde cero, depende de cada momento y…. lo que se hace es usar un poco la parte de artista, la parte de haber comido muchos sabores en la vida y haberlos metido en tu mente. Entonces, la cocina no deja de ser una mezcla de sabores en un plato, si no tienes sabores en la mente o no tienes conocimiento cultural", son las bases de la filosofía de Ángel Pascual.