El cierre se decretó a primera hora del viernes después de que tres atacantes árabes israelíes mataran a dos policías israelíes en la Puerta de los Leones, junto a la Explanada de las Mezquitas.
Sin embargo, a los fieles musulmanes se les obliga ahora a pasar a través de portales con detectores de metales como medida de seguridad.
Esta circunstancia ha llevado a las autoridades religiosas musulmanas a pedir a sus correligionarios que protesten contra los portales puesto que en su opinión significan un cambio en el statu quo que imperaba hasta ahora.
Los jeques musulmanes no abrieron las puertas de acceso a la Explanada para protestar por lo que consideran un cambio en el statu quo.
La policía israelí indicó que solo dos de las nueve puertas del complejo se abrieron este 16 de julio para permitir el acceso de los musulmanes, pero solo los de Jerusalén, y anunció que a lo largo de la tarde también se permitirá el acceso de turistas y visitantes.
En un primer momento se colocaron cuatro portales con detectores de metales en la Puerta de los Leones, aunque en otros accesos se están preparando más portales.
El cierre de la Explanada originó algunas protestas en los países árabes justamente porque fue la primera vez que Israel adoptó esas medidas desde que ocupó la ciudad vieja de Jerusalén en la guerra de 1967.
El primer ministro Benjamín Netanyahu insistió en que se va a mantener el statu quo como hasta ahora. No obstante, los cambios efectuados hoy indican que los arreglos de seguridad serán distintos sobre el terreno.
El ministro de la Seguridad Interior de Israel, Guilad Erdan, en una visita a la Explanada, declaró que Israel es quien ejerce la "soberanía" sobre el Santuario y que la posición de Jordania no les importa a los israelíes.
Jordania, que guarda un vínculo especial con los lugares santos de Jerusalén, fue uno de los países que mostró su inquietud por las medidas adoptadas por Israel.