Durante una entrevista celebrada el 12 de julio, el presidente estadounidense declaró que, a raíz de la revolución del gas de esquisto, los precios de los hidrocarburos continúan a la baja, lo que conduce a la reducción de la influencia del presidente ruso, Vladímir Putin.
"Queremos exportar fuentes de energías, pero él [Putin] no quiere que hagamos eso", dijo.
Sin embargo, varios expertos destacan que la revolución de esquisto en EEUU apenas podrá afectar las posiciones de Rusia como el mayor proveedor de hidrocarburos de Europa y Asia.
Resulta que en el mercado mundial se observa un exceso de oferta de petróleo y de gas por lo que el intento de la Administración Trump de incrementar las exportaciones causa efectos bastante limitados.
"La laxitud de la regulación en la esfera puede ayudar a aumentar la extracción de hidrocarburos, pero la situación en el mercado mundial va a tener más importancia que la política en la determinación de las perspectivas de exploración y exportación", sostiene el director del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, Jason Bordoff, citado por Védomosti.
Gas
El primer terminal para la exportación del gas natural licuado de EEUU (GNL), que fue construido por la empresa Cheniere Energy, empezó a funcionar en 2016. A partir de entonces sus suministros han crecido considerablemente.
De esta manera, el gigante ruso Gazprom redujo el precio del gas para Lituania en un 20% en 2014 antes de que el primer terminal del GNL abriera en este país báltico.
La revolución energética en EEUU obligó a Moscú a empezar a desarrollar sus propios proyectos vinculados con el GNL. Por su parte, Rusia planea construir el gasoducto Nord Stream 2, iniciativa que ha encontrado mucha resistencia en Washington, Varsovia y Kiev.
Debido a la competencia con el GNL de EEUU, Rusia se ha flexibilizado la venta de gas al extranjero, opina un analista de la empresa S&P Global Platts, citado por Védomosti.
Anteriormente, Obama aprobó la construcción de al menos 23 terminales, cuatro de los cuales ya han empezado a funcionar. Además, actualmente hay muchos proyectos que solo esperan su aprobación.
"El mundo no es capaz de consumir tanto gas y de manera tan rápida", informa el jefe de la empresa consultora Criterion Research, John Best.
Petróleo
En lo que se refiere al crudo, en diciembre de 2015 el Congreso de EEUU levantó el veto, impuesto hace 40 años, a las exportaciones de petróleo, lo que fue un momento crucial para el arranque de sus ventas al extranjero. Desde aquel año, las exportaciones de crudo de EEUU al extranjero han crecido considerablemente y han superado el millón de barriles diarios en 2017.
Por ejemplo, la Administración Trump quiere permitir la extracción de petróleo cerca del litoral de Alaska; sin embargo, mientras que los precios del crudo se mantengan por debajo de los 50 dólares por barril, muchas empresas estadounidenses no empezarán a realizar perforaciones en las extremas condiciones del Ártico, debido a sus altos costos.
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