Los progenitores no especificaron qué hijo era su preferido, pero los resultados del estudio sugieren que suele ser el mayor.
Como consecuencia, los hijos menores son más propensos a tener baja autoestima, causada generalmente por el favoritismo de sus padres hacia los primogénitos.
Lea también: ¿Cuentan más los amigos que la familia para tener una vida larga? La ciencia te responde
Según la autora de 'El hijo preferido', Ellen Weber Libby, la mayoría de los padres probablemente ni se da cuenta de que están emitiendo señales de favoritismo.
No obstante, "negar su favoritismo es lo peor que un padre puede hacer, porque no le dejará prestar atención a este problema", explicó Libby a The Wall Street Journal. "Los padres necesitan saber que el favoritismo es algo normal", añade.

