Estos cinco entusiastas de la metalurgia se pasaron tres meses elaborando la que según ellos es la primera réplica del mundo hecha de espadas de hierro reales.
Vadim Nikoláev, uno de los creadores de la versión rusa del trono más célebre del mundo, señaló que "el llamado trono de hierro, en realidad, estaba hecho de plástico" y añadió que con sus compañeros decidieron "crear un verdadero trono de metal forjado que se correspondiera con la serie".
Según Nikoláev, el trono está compuesto de unas 380 espadas, cada una con su propio diseño. El peso total del 'monumento' es de 430 kilos.
El trono está instalado en uno de los parques de Blagovéshchensk, donde el famoso icono ya se ha convertido en una de las atracciones favoritas de los niños de la zona.