Sanders afirmó que se trató de una colaboración directa entre el Comité Nacional Demócrata (CND) y la Embajada de Ucrania. La meta de estos contactos sería la obtención de información comprometida sobre los rivales políticos de Clinton.
Según escribe Eskin, en el caso de Ucrania, funcionarios de la Embajada del país eslavo presuntamente ayudaron a los miembros del CND con información obtenida por medios no legales, afirmó el columnista, que reiteró que —por ahora— todas estas acusaciones no son más que sospechas.
"Sin embargo, cuando esas sospechas se refieren a presuntos vínculos de Donald Trump con 'alienígenas rusas de Venus', todos los medios estadounidenses y occidentales diariamente publican noticias sobre este tema", recordó Eskin.
El columnista destaca que es extraño que la noticia acerca de la supuesta injerencia ucraniana en el proceso electoral norteamericano no consiguiera aparecer en los titulares de los medios 'mainstream' occidentales.
Según el periodista, todas estas actividades son practicadas por los países occidentales y Estados Unidos y recordó los intentos estadounidenses de financiar acciones encaminadas a comprometer la campaña del entonces candidato a la Presidencia de Israel, Benjamín Netanyahu.
El columnista opina que si Washington se permite realizar injerencias en los comicios de sus países aliados, "a nadie le sorprenderían las noticias acerca de su injerencia en las elecciones de Nicaragua".