"En todo el mundo, alrededor de tres de cada diez personas, o 2.100 millones de personas, carecen de acceso a agua potable y disponible en el hogar, y seis de cada diez, o 4.500 millones, carecen de un saneamiento seguro", dice el reporte publicado por la OMS y Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia).
El informe dice que miles de millones de personas han obtenido acceso básico al agua potable y los servicios de saneamiento desde 2000, pero esos servicios no necesariamente proveen agua segura y saneamiento.
"El agua potable, el saneamiento y la higiene son fundamentales para la salud de los niños y sus comunidades, son esenciales para construir sociedades más fuertes, más saludables y más equitativas", dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
A raíz de estas carencias, 361.000 niños menores de cinco años mueren de diarrea cada año.
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El saneamiento deficiente y el agua contaminada también están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, la disentería, la hepatitis A y la fiebre tifoidea.