"Considerando que la prisión cautelar de un expresidente de la República no deja de involucrar ciertos traumas, la prudencia recomienda que se espere al juicio en la Corte de Apelación (…) así el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva podrá continuar en libertad", expresó el magistrado en su decisión.
No obstante, Moro admitió que consideró la opción de detenerle preventivamente.
Si eso ocurre, la sentencia sería firme y el expresidente ya no podría presentarse como candidato en las elecciones de 2018.
Lula fue condenado por un delito de corrupción pasiva y blanqueo de dinero relacionado con la adquisición de un apartamento en Guarujá (sureste).
Los fiscales denunciaron en su momento que el inmueble fue una especie de soborno de la empresa constructora OAS como forma de agradecimiento por los servicios prestados dentro de la trama corrupta de Petrobras.