"No aceptaremos que nos traten como espectadores en el proceso Brexit cuando debemos estar activos en el terreno del juego representando a nuestros electores", señaló el diputado Chuka Umunna.
Ambos cofundadores abogan por la continuidad de país en el mercado único y son críticos de sus respectivos líderes, el laborista Jeremy Corbyn y la primera ministra Theresa May.
"Lucharemos en el Parlamento por una futura relación con la UE que proteja nuestra prosperidad, los derechos laborales y que ofrezca un mundo mejor y más seguro", añadió Umunna respecto al nuevo grupo parlamentario.
También el portavoz en Brexit del partido Liberal Demócrata anticipa una batalla a partir de la publicación del texto legislativo de la llamada Gran Derogación, que traspasará al canon británico toda las leyes, directrices y normas técnicas procedentes de la UE desde 1972.
Por lo pronto, diputados conservadores están ignorando la disciplina de partido y postulan con sus opuestos en contra de la salida del programa nuclear Euratom y otras agencias de la UE.
Para contener la rebelión interna y contrarrestar la falta de una mayoría parlamentaria, May se propone fomentar el consenso político en un discurso previsto este martes 11, según adelantó Downing Street.
En la intervención invitará a "los otros partidos de la Cámara de los Comunes" a compartir sus "propias ideas y puntos de vistas sobre cómo afrontar" las cuestiones prioritarias nacionales, como el Brexit o la desigualdad social.
La oferta de la primera ministra es, para los laboristas, un grito de ayuda y una admisión de su debilidad.
"Al año de entrar en Downing Street, fracaso en las elecciones generales, la mayoría perdida… Theresa May quiera ahora nuestra "Ayuda", tuiteó el diputado Andrew Gwynne en un juego de palabras e imágenes con el ´Help´ de los Beatles.
Corbyn sigue en campaña electoral convencido de la victoria en las urnas si cae el vulnerable Gobierno May en los próximos meses.