Tras la peor tragedia en una prisión mexicana desde que el 10 de febrero de 2016 murieron 49 personas en la cárcel de Topo Chico, Nuevo León (norte), esas agencias de la ONU exhortaron a las autoridades mexicanas a "conducir una investigación pronta, diligente y respetuosa del debido proceso".
Las agencias de Naciones Unidas firmantes recordaron "las obligaciones especiales que tiene el Estado mexicano en su posición de garante frente a las personas privadas de la libertad".
Esas reglas "establecen que todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos, velando en todo momento por su seguridad", señala el pronunciamiento enviado a la prensa extranjera.
Las dos instancias internacionales pidieron que esa investigación "esclarezca la tragedia sucedida y otorgue justicia a las víctimas y a sus familiares".
La muerte de 28 reos en el penal de Acapulco encendió las alarmas sobre las condiciones de sobrepoblación, hacinamiento y corrupción en las prisiones de México, dijo a Sputnik la portavoz de Amnistía Internacional, Chasel Colorado.
Sin embargo, la CIDH considera que el hacinamiento es mayor, pues estima que la población penitenciaria total es de 254.469 personas, con un déficit de más de 51.300 plazas.
La CIDH señaló en un informe de 2016 cinco fallas principales del sistema de cárceles en México: sobrepoblación, hacinamiento, corrupción y autogobierno, aislamiento y falta de trato diferenciado para las mujeres.