"Estamos aquí para demostrar la solidaridad de la OTAN con Ucrania y dar nuestro firme apoyo a la soberanía e integridad territorial de esta nación", dijo al inaugurar la reunión.
Crimea se separó de Ucrania y se reintegró a Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 96%, avalaron esta opción.
La Cancillería rusa declaró en repetidas ocasiones que los crimeos votaron —democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU— por la reunificación con Rusia que respeta y acepta esta decisión.
Asimismo, la Alianza Atlántica viene aumentando su apoyo a Ucrania y seguirá respaldando su ambicioso programa de reformas, declaró Stoltenberg.
"La OTAN viene acrecentando considerablemente su apoyo a Ucrania desde 2014, en la cumbre de Varsovia celebrada hace un año aprobó un paquete de medidas para ayudarle a garantizar su seguridad y realizar reformas en el sector de seguridad y de defensa", dijo.
Stoltenberg constató los avances que supuestamente logró Kiev en lo concerniente a reformas.
En diciembre de 2014, el Parlamento ucraniano enmendó la legislación nacional renunciando al estatus no alineado, la nueva doctrina militar del país estipula retomar el rumbo de ingreso en la Alianza Atlántica.
Kiev se comprometió a garantizar hacia 2020 la plena compatibilidad de sus Fuerzas Armadas con las de la Alianza y en diciembre de 2016 firmó en Bruselas una hoja de ruta en materia de cooperación militar con el bloque.
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No obstante, el ex secretario general de la OTAN Anders Fog Rasmussen dijo en su momento que para la adhesión de Ucrania al bloque militar se tienen que cumplir unos criterios precisos, lo que exigiría un tiempo considerable, de hasta 20 años.