"Hoy en día, muchas compañías están seguras de que en un futuro próximo los automóviles no viajarán por carreteras sino por aire, por eso se dedican al desarrollo de tales construcciones", escribe el medio.
Según PopMech, el consorcio Geely, al que pertenece también la marca suiza Volvo, se interesa por coches voladores desde hace tiempo ya que los chinos "lo consideran un sector muy prometedor".
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La Gestión Federal de Aviación Civil de EEUU otorgó hace poco a la empresa Terrafugia un certificado que permite efectuar vuelos en el TF-X como avión ligero.
Se supone que el coche volador tendrá cuatro asientos, alas plegables, despegue vertical así como piloto automático con la función de aterrizaje de emergencia. Los primeros prototipos podrían aparecer en 2019. El coste del TF-X alcanzará unos 300.000 dólares.