"Serbia confía en que se acuerde tender un ramal del Turk Strem a través de su territorio y del territorio de los países de los Balcanes occidentales, lo que respondería a los intereses de Serbia y de otros países de la región", subrayó.
El mandatario serbio explicó que su país "quiere contribuir a la solución del problema de la seguridad energética" y "espera la respuesta de los socios europeos".
Dijo además que Serbia está situada en una zona "geoestratégica" que podría aprovecharse para el tránsito de los recursos energéticos.
El proyecto Turk Stream contempla el tendido de dos ramales de un gasoducto con una potencia total de 31.500 millones de metros cúbicos anuales de Rusia a Turquía, a través del fondo del mar Negro.
Uno de los ramales se utilizaría para suministrar el gas directamente al mercado turco y el otro para transportarlo a Europa a través de Turquía.
El primer ramal empezó a construirse en mayo pasado y debe entrar a funcionar en marzo de 2018, el segundo quedaría terminado en 2019.
Las autoridades rusas han declarado reiteradamente que el tendido del segundo ramal del gasoducto, destinado para los consumidores europeos, sería posible solo si la Unión Europea y la Comisión Europea garantizan el aprovechamiento eficaz de esa tubería.