De acuerdo con Oleg Bocharov, viceministro de Industria y Comercio de Rusia, el Yak-152 tiene gran potencial para exportación a los mercados de África, Asia y América Latina. Las primeras unidades de la aeronave se venderán ya durante la feria aeroespacial, reveló Bocharov.
Los primeros cuatro aviones Yak-152 empezaron sus vuelos de prueba el septiembre de 2016. El avión deberá, en un futuro cercano, convertirse en la principal nave de entrenamiento de los pilotos rusos.
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A bordo del Yak-152 los estudiantes pueden aprender las técnicas básicas de pilotaje y navegación, realizar maniobras en altitud y desplazamientos en grupo. El avión también cuenta con modernos sistemas e instrumentos de vuelo que darán a los futuros pilotos el conocimiento necesario para controlar prácticamente cualquier avión moderno.
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Por sus capacidades, el Yak-152 aventaja a la mayoría de los aviones de instrucción. La aeronave permite a los pilotos aprender como volar tanto de día como de noche, realizar figuras acrobáticas, salir de una barrena —pérdida prolongada— y volar a través de los instrumentos (sin visibilidad).
El Yak-152 es capaz de alcanzar una velocidad de hasta 500 kilómetros por hora y posee una autonomía de vuelo de 1.500 kilómetros. Su vida útil es de hasta 30.000 horas de funcionamiento, lo que equivale a cerca de 30 años.
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