"Catar aboga por el diálogo justo con los países árabes basándose en el respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos", dijo Al Thani en rueda de prensa conjunta con su par alemán, Sigmar Gabriel, en Doha.
En cuanto a las demandas que cuatro países árabes –Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto– enviaron a Doha, Thani apuntó que estas "no pueden ser cumplidas" ya que limitan la libertad de los medios, violan la soberanía del país y intervienen en sus asuntos internos.
El 5 de junio, estos cuatro países rompieron relaciones diplomáticas con Catar y suspendieron las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con la pequeña monarquía del golfo Pérsico, a la que acusaron de patrocinar el terrorismo.
Para normalizar las relaciones, cuatro promotores del boicot presentaron a Catar 13 condiciones, entre ellas, el cierre de la cadena de televisión Al Jazeera, la ruptura de los vínculos con Irán y con el movimiento de los Hermanos Musulmanes, así como el desmantelamiento de la base militar turca.
El Gobierno de Catar califica de injustificado el bloqueo diplomático y de inviables las condiciones para levantarlo.
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El pasado 3 de julio el Ministerio de Exteriores catarí entregó a Kuwait – el mediador en el conflicto en torno a Catar– la respuesta a las exigencias de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unido, Bahréin y Egipto.