Según el documento, más de la mitad de los inmigrantes que se dirigen a Libia en busca de trabajo se ven obligados a irse a Europa porque su vida se ve amenazada, por la falta de estabilidad, la difícil situación económica y la propagación de la violencia en el país africano.
"Al mismo tiempo, el colapso del sistema legal y la impunidad llevaron a que muchos grupos armados, pandillas e individuos estén implicados en la explotación y la violencia contra los refugiados y los migrantes", según los autores del informe.
El documento señala que muchos de los que entran en Libia —entre ellos los adultos en busca de seguridad, trabajo y refugio climático, así como los niños sin acompañar— intentan recurrir a los servicios de traficantes para alcanzar las costas europeas.
"Hay indicios de que esta tendencia continuará", dice el informe.
Según la ONU, de Libia a Europa llegan principalmente migrantes y solicitantes de asilo de Níger, Chad, Sudán, Egipto, Túnez, Nigeria, Guinea, Costa de Marfil, Gambia, Senegal, Ghana, Mali, Camerún, Eritrea, Somalia y Etiopía.
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Además, un gran número de refugiados proceden de Siria, Palestina, Irak, Marruecos y Bangladés.