El Senado de EEUU aprobó a mediados de este mes una normativa que deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Rusia en el sector energético.
"Es incorrecto que los estadounidenses usen las sanciones para torpedear los proyectos europeos de gas ", dijo el ministro germano de Exteriores, Sigmar Gabriel.
En este contexto el diplomático defendió el gasoducto Nord Stream 2 que conectará a Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico.
"No es un proyecto germano-ruso, sino europeo-ruso", apostilló.
El ministro alemán sostuvo que Europa tomó hace años la decisión de liberalizar el mercado del gas que reivindica el derecho de las empresas europeas a optar por su cuenta a quien comprarle el hidrocarburo.
A finales de abril, los cinco gigantes energéticos europeos ENGIE, OMV, Shell, Uniper y Wintershall firmaron sendos acuerdos con la compañía rusa Gazprom que impulsa el megaproyecto para financiar el 50% de la infraestructura evaluada en 9.500 millones de euros.
El nuevo gasoducto constará de dos hilos para transportar un total de 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
La infraestructura fue concebida para diversificar las rutas del suministro del gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética.