Se trata del presunto sicario, Zaur Dadáev; Jamzat Bajáev, quien entregó toda la información necesaria a sus cómplices y debía esconderlos tras el asesinato; Temerlán Eskerjánov, quien vigilaba los desplazamientos de Nemtsov; y los hermanos Anzor y Shadid Gubáshev.
El jurado dictaminó que ninguno de los cinco merece clemencia.
Nemtsov, que desempeñó varios altos cargos en el Gobierno ruso a finales de los noventa y luego pasó a la oposición, fue asesinado a tiros en pleno centro de Moscú, a pocos metros del Kremlin, la noche del 27 de febrero de 2015.
En el marco de la investigación aparte de la detención de los cinco individuos mencionados se emitió una orden internacional de busca y captura contra el presunto autor intelectual del asesinato, Ruslán Mujudínov.