La protesta se realiza desde las seis de la madrugada de este 29 de junio durante 24 horas, por lo que el paro ya ha colapsado el aeropuerto y la estación de Sants (en el centro de Barcelona) donde el metro y los autobuses se han llenado al ser la única alternativa.
"Nos hemos manifestado por el centro de la ciudad para pedir a los gobiernos que se mojen, que protejan la Ley del Transporte y se respete la proporción de licencias VTC (las que usan los coches de Cabify) por cada 30 taxis", asegura a Sputnik un taxista de la Asociación Taxi Companys de Barcelona.
Los taxistas exigen al Gobierno "que aplique su propia ley" y amenazan con volver a la huelga si no se ponen soluciones al conflicto.
Entre los afectados por la huelga hay muchos turistas extranjeros que llegan a Barcelona cargados con maletas.