"Estos eventos siguen la lógica de una Revolución de Colores. Las protestas, que actualmente son divulgadas por los medios occidentales, en realidad, no tienen una escala tan grande. Los organizadores de estas concentraciones también entienden que estas no son tan 'fructíferas'. Por lo tanto necesitan de acciones extraordinarias para cambiar la situación a su favor", sostuvo Burij.
En este contexto, el analista explicó que el ataque del 27 de junio a la sede del Tribunal Supremo de Justicia y al Ministerio del Interior y Justicia del país por parte de un grupo de uniformados tenía como meta convencer a los militares de dejar de apoyar a Maduro.
"Si esto llegara a suceder, los días de Maduro estarían contados. Por lo contrario, si fracasan en convencerles y Maduro actúa de manera sabia y prudente, la acciones de los opositores están destinadas a fallar", vaticinó el analista.

"Si te tiene en cuenta la postura de Estados Unidos respecto a Venezuela, se entiende que Washington hace todo lo posible por socavar la estabilidad del Gobierno del país. No está excluida la posibilidad de que los norteamericanos cooperen con la oposición, así como con las fuerzas militares y policiales", agregó el entrevistado.
Un grupo de uniformados secuestró el 27 de junio un helicóptero gubernamental venezolano y atacó la sede del Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio del Interior del país. Las autoridades de Venezuela calificaron estas acciones como un atentado terrorista e iniciaron una operación para capturar a sus autores.