"Lo que es obvio no requiere de explicación" (proverbio afgano)
Iniciada en el 2001 como 'Operación Libertad Duradera', lo único que aporta a la sufrida Afganistán, además de caos y destrucción, es la libertad para el tráfico de opio, morfina y heroína. Se repite la historia de los años 50, cuando EEUU se encargaba del tráfico de opio a través del Triángulo de Oro en el sudeste de Asia, cubriendo 350.000 kilómetros cuadrados.
Se calcula que, hoy en día, el valor total del mercado de la heroína a nivel mundial es de unos 65.000 millones de dólares; el de opio es de unos 10.000 millones; y el de morfina alcanza los 20.000 millones de dólares. Es decir, el valor total de opio y sus derivados alcanza unos 95.000 millones de dólares, de los cuales 90.000 millones se originan en Afganistán. De esta cantidad, solamente 3.300 millones de dólares (el 3,5%) se quedan en su tierra nativa, lo que aporta un 19% al Producto Bruto Interno (PBI).
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Y no resulta nada extraña la participación de EEUU en el negocio de los narcóticos. De hecho, después de las armas y el petróleo, las drogas son el tercer producto comercial más importante en términos de ingresos. Existe una larga historia de involucramiento de la CIA, la DEA, el FBI y otros servicios de inteligencia y seguridad en el tráfico de droga. El político norteamericano Ron Paul, en referencia al caso Iran-Contra, aseveró: "El tráfico de droga es una mina de oro para la gente que quiere obtener dinero para el gobierno clandestino (Deep State) para financiar los proyectos que no podrían llevar a cabo legítimamente. Sin duda alguna, la CIA estaba envuelta en el negocio de droga. Lo vimos en la televisión".
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Sin embargo, su producción está en aumento y, según la investigación realizada por el programa de TV ruso Vesti, la heroína afgana sale a bordo de aviones militares estadounidenses de carga de la base turca de Incirlik y muchas veces, como lo escribió en The Guardian la periodista afgana Nushin Arbabzadah, la heroína se oculta en los ataúdes que llegan a EEUU repletos de droga. Parece que a nadie de las autoridades norteamericanas le interesa que la heroína sea la causante de la muerte de unas 10.000 personas en EEUU.
Pero, como dicen los afganos, "el sol no podrá ser ocultado por dos dedos". Algún día, según el periodista Eric Margolis, de The Huffington Post, "la participación de EEUU en el tráfico de opio afgano será uno de los capítulos más vergonzosos" en la historia del país.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK