"Pido que el mundo escuche después de 90 días de violencia, de destrucción y de muerte, si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia, y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate, nosotros jamás nos rendiríamos, y lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas", señaló el jefe de Estado.
Durante su alocución el jefe de Estado instó una vez más a la oposición a dejar la violencia y a sentarse a dialogar, pero advirtió que no está dispuesto a permitir que destruyan la revolución bolivariana emprendida por el expresidente Hugo Chávez (1954-2013), ni a permitir la injerencia extranjera.
Desde el pasado mes de abril se han registrado en el país sucesos violentos en los que han muerto 76 personas y más de 1.300 han resultado heridas, además, de cuantiosas pérdidas económicas en saqueo de comercios e instituciones del Estado.