Los científicos simularon lo que pasa cuando la crema aplicada en la piel entra en contacto con el agua de piscina.
Los estudios han demostrado que al interactuar con agua clorada y radiación ultravioleta la avobenzona se descompone en sustancias químicas nocivas.
Los productos más tóxicos resultaron ser los fenoles y acetofenonas cloradas. Además, el cloroacetofenona forma parte de las mezclas lacrimógenas utilizadas por las fuerzas de seguridad de varios países para dispersar manifestaciones.
Según los científicos, la cloración o bromación del agua de mar produce una gama más amplia de compuestos producidos por la desintegración de la avobenzona. Si el agua contiene sal de cobre, se observa bromoformo en grandes cantidades, lo que puede causar trastornos del hígado y de los riñones, así como la interrupción del funcionamiento del sistema nervioso.
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Millones de personas en todo el mundo utilizan protectores solares que contienen avobenzona.


