"La oferta de la primera ministra es demasiado escasa, llega muy tarde y no se aproxima a la garantía completa y unilateral que haría el laborismo", declaró Keir Starmer, responsable de la Salida de la UE en el Partido Laborista.
May siempre se ha negado a garantizar los derechos de los estimados tres millones de residentes en las islas sin una garantía recíproca sobre los más de dos millones de británicos que habitan en el resto de Estados miembros de la UE.
En la cena del Consejo Europeo, la noche del 22, May esbozó su oferta que permitiría a los europeos quedarse en el país con los derechos actuales siempre que los británicos obtengan los mismos privilegios en la UE de los 27.
"Necesitamos conocer los detalles de lo que está proponiendo porque el diablo estará en los detalles", desconfió la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon.
La fecha a partir de la que Londres distinguirá ciudadanos de la UE con derecho de residencia o no está entre los puntos sin definir ni acordar.
Otro punto de fricción en la negociación sobre los derechos de los ciudadanos es la competencia de la Corte de Justicia de la UE en casos de litigios o demandas individuales.
De acuerdo con May, estos derechos estarán "enmarcados en leyes británicas" y los litigios se dirimirán por las "altamente respetados Tribunales británicos de Justicia".
Lea más: Tusk espera que May garantice un Brexit "lo menos peturbador posible"
La mayoría de líderes comunitarios se inclinan por el estatus quo de forma la Corte de Justicia de la EU tenga la última palabra en la protección de los derechos de los residentes post Brexit.